Hace poco se hizo con una polla de plástico, pero no quiso decirle nada a su novio por si se ponía celoso. Estaba deseando probarla y no encontraba el momento idóneo, así que una tarde a solas se metió en el baño para disfrutar de su nuevo juguete. Lo puso sobre la taza del water y se subió encima, sintiendo bien adentro su consolador y gimiendo con lo gordo que era. Luego cambió de postura y continuó pajeándose, llegando al orgasmo y dejando su chochito más que contento después de tanto placer.