Al ver sola a la jovencita en la calle, el desconocido se ofreció para llevarla a su casa, pero por el camino quiso tantear un poco el terreno. Empezó a flirtear con ella y consiguió que la golfilla le mostrase sus tetitas y se masturbase en el coche, mientras él lo grababa todo. Había encontrado a toda una zorra y logró que se fuese con él a su casa, donde terminaron en el dormitorio desfogándose con un polvete brutal, que grabó en primera persona para luego colgarlo a la vista de todo el mundo.