En lugar de echarle una mano y ponérselo fácil al becario, la secretaria Amina Danger prefirió explotarle y pedirle mil favores. El chico quería causar buena impresión y conseguir que ella misma le hablase bien a sus jefes, para lograr que lo contratasen fijo. Pero un día se sintió mal y decidió compensarle después de tanta ayuda, así que la muy golfa se abrió de piernas en el escritorio y le puso su coño en bandeja. Delante estaba otra de las chicas que flipó al ver lo que estaba pasando, pero acabó por irse y dejarles intimidad, ya que al final los dos se pusieron a follar como animales.