Mientras charlaban en su hora libre, estas secretarias comentaron lo sola y rara que parecía una de sus nuevas compañeras. Una de ellas se lanzó a acercarse para conocerla mejor, pero parece que la chica se tomó más confianzas de lo esperado. Y es que empezó a besarla y se quitó la ropa, para luego lanzarse a pro su coño allí mismo. La chavala no sabía donde meterse, pero se dejó llevar y al final, ambas zorritas se comieron los coños en el comedor de la empresa.