Estaba tomando el sol en la terraza, hasta que apareció su novia con una sonrisa y diciéndole que tenía una sorpresa para él. No quiso andarse por las ramas y le dijo que quería practicar sexo anal por primera vez y desvirgarse por detrás. Escucharla pedirle eso fue algo que le espabiló enseguida y cuando se incorporó, fue directo a comerle el culo para calentar. Volvieron al piso para que los vecinos no les pillasen y al final, le dio duro por detrás y ella no paró de gemir con esa nueva y satisfactoria experiencia.