Durante todo el rato en casa, este tipo se dio cuenta de como su vecina flirteaba con él e intentó decírselo a su mujer, aunque no le hizo caso. De hecho en cuanto tuvo la oportunidad, la madura echó mano de su cimbrel y se lo chupó junto a la cocina, para luego acabar en el salón subida a su regazo y gozando de su polla con la esposa al lado, la cual ni se enteró de lo que estaba pasando. De hecho se quedaron solos un rato y al final, no dudó en darlo todo y en penetrar el coño de la rubia hasta saciar sus ganas de folleteo.