Cada vez que paso cerca de la casa de mi vecina mexicana, me la encuentro masturbándose mientras ve porno, una imagen que más de una vez me ha puesto la polla dura como una piedra. Ella sabe que me he fijado en ella y una tarde, vino a visitarme para entregarme un paquete que recibió por error. Se trataba de una tarta que decidí compartir con ella, antes de que la cosa pasara a mayores entre los dos. Y es que no paró de ligar conmigo, terminando por lanzarse sobre mi verga y follando duro toda la tarde en mi sofá.