Cuando quiere follarse a un chico y ponerlo cachondo, esta tetona lo tiene muy fácil. Solo tiene que quitarse la camiseta y sacar a relucir sus perfectas ubres naturales, con las que todo hombre se queda de piedra. Con ellas la chica le hace unas buenas pajas cubanas, antes de subirse juntos a una cama elástica y saltar en ella como nunca. Y es que con tanto movimiento, el polvo que se marcaron fue una pasada y no les importó que los vecinos pudiesen verles haciendo guarradas.