Harta de polvos insulsos y aburridos, esta zorra tetona ha decidido tirar la casa por la ventana y llamar a dos de sus follamigos más dotados para disfrutar de sus rabos. Ambos son negros y cuando llegan a casa de la chica, le ponen sus pollas en bandeja para que se de un buen atracón. Así que hoy al fin, mientras chupa un buen nabo, su coño goza de otro hasta el fondo y por fin, puede sentirse satisfecha con el sexo.