Tener sexo con chicas siempre ha sido una fantasía en mi cabeza, pero hasta ahora no me había atrevido a probarlo. No encontraba a la mujer ideal para hacerlo, hasta que conocí a una amiga de mi madre. Se trataba de una auténtica milf, con experiencia y un cuerpazo brutal. Estaba claro que en todos estos años, había probado de todo y un día, le mandé unos mensajes comentándole mi fantasía. Quedamos en su casa y al final, hizo que experimentase mi primera follada lésbica, restregando nuestros coños el uno contra el otro, mientras yo me retorcía de puro placer.