Los años me han hecho convertirme en un hombre de mente más abierta y ahora no me fijo solo en mujeres de cuerpos ultra definidos. Hace poco conocí a una chica obesa y llamó mi atención las alforjas que tenía por tetas, que lucía orgullosa con un tremendo escote. Ella no lograba ligar con chicos de su edad, por eso me dio la oportunidad a pesar de la diferencia de edad. Quedamos en mi casa y no tardó en darme a probar sus melones, acabando en pelotas y agarrándome a sus carnes mientras penetraba su coño.