Esta jovencita quiere formar parte del mundo del porno y por eso, prepara su dormitorio para una escena. Para ello invita al vecino, pero el tipo no sabe lo que la colegiala tiene preparado. Y es que ha colocado un par de cámaras ocultas y no le ha dicho nada, así que cuando se ponen manos a la obra y empieza a disfrutar de ese rico chochito, no es consciente de que a las pocas horas, esa escena va a estar colgada en la red. Aun así, sin duda disfrutó del polvete y como no, la chavala se sorprendió con las ganas que le puso ese madurito.