Al asomarme a la ventana del hotel, vi que hacía una mañana muy soleada y decidí bajar a la piscina para tomar el sol y darme un baño. Lo que no esperaba encontrarme, era a dos guapas alemanas totalmente desnudas y dándose un chapuzón. Pensaban que nadie las vería en pelotas, pero entonces aparecí yo y les hice compañía. De hecho me bajé el bañador y cuando vieron mi polla dura, no dudaron en chupármela y aprovechamos el rato para follar en un trío al aire libre y sin que nadie nos molestase.