Como siempre está sola en el campo y no tiene a nadie que la ayude, de vez en cuando voy a ver a mi tía al pueblo y le echo una mano con algunas tareas. Lo que pasa es que una mañana estando a solas en uno de sus huertos, la muy zorra se me insinuó y me dejó claro que quería tema conmigo. Yo tuve dudas pero cuando miré y no vi nadie cerca que nos pudiese ver, decidí seguirle la corriente y al final, conseguí que pasase un buen rato con una bestial follada juntos al aire libre.