Me gusta mantenerme en forma y por eso, sigo un estricto entrenamiento a diario para seguir luciendo mis curvas en mis vestidos ajustados. Después de un rato montando sobre la bicicleta estática, estiré un poco y me fui al sofá. Aun tenía mucha energía y encima estaba muy cachonda, así que me quité la ropa y empecé a tocarme mi coño húmedo a solas. Usé mis dedos y acaricié mi clítoris, mientras iba sintiendo como iban llegando los primeros orgasmos y me dejaban como nueva.