Nada me gusta más que el sexo, aunque llevo una racha bastante mala en cuanto a mis relaciones sexuales. No se por qué, ya que mis amigas siempre me dicen lo guapa que soy y sienten envidia de mis enormes pechotes naturales. Aun así tampoco estoy muy preocupada, ya que siempre que tengo ganas de unos buenos orgasmos, recurro a mis dedos o a alguno de mis juguetes. Por eso me puse cómoda en el suelo del salón y tras pillar lubricante, empecé a pajearme y no paré hasta dejar mi coño chorreando.