Quiso probar a pasar el día en una playa nudista, disfrutando de la libertad y del aire puro del mar. La gorda madura estaba muy tranquila poniéndose crema, hasta que vio como un chico mulato se fijaba en ella. Se acercó a charlar con ella y a echarle una mano con el aceite, hasta escuchar como la señora le invitaba a su apartamento. Los dos sabían lo que acabaría pasando y en cuanto se fueron al dormitorio, se pusieron a darle al sexo y la obesa se corrió varias veces mientras el negrito perforaba su coño.