A la hora del sexo, yo suelo ser bastante pasivo y la gorda de mi novia mucho más activa. De hecho tras organizar un pequeño picnic en el jardín, acabé haciendo de sumiso para ella y dejando que hiciese conmigo lo que le diese la gana. Tras tirar al suelo el café que le había llevado, me cogió por el culo y puso mi cara entre sus pechotes. Le seguí la corriente y después de chuparme la polla sobre la hierba, acabamos follando al aire libre y yo terminé casi sin respiración en cuanto me puso su coño encima de la boca.