Como la familia de Madison Ivy tiene dinero, unos secuestradores decidieron raptarla y pedir un rescate, llevándosela a un bosque apartado de la ciudad mientras negocian el pago. Uno de los tipos era el encargado de vigilarla, pero cuando la tuvo atada en un árbol, no pudo resistirse a ella. La chica estaba a su merced pero acabó dejándose llevar y al final, terminó entregándose a ese delincuente y cabalgando sobre su rabo mientras disfrutaba del aire puro.